Ansiando el fin de la pandemia, los planes para realizar un bonito viaje aparecen con exigencia en nuestra agenda. Eso sí, augurando una mayor preferencia por espacios al aire libre y no masificados. Desde las zonas rurales de la India y los EEUU a la magia de Egipto y Kenia o la cultura maorí de Nueva Zelanda.
Esto es lo que hay
Del turismo masificado al espacio al aire libre
Tras este largo tiempo de contención social y emocional, caracterizado también por una gran incertidumbre que ha conseguido filtrarse a través de todos los recovecos del día a día, los viajes aparecen en nuestro futuro próximo casi como una bendición. Sin embargo, la necesidad de cambiar nuestros hábitos en un nuevo estilo de vida que busca evitar contagios a toda costa, los destinos turísticos también han experimentado una metamorfosis. Dejando de lado aquellos lugares que tienden a masificarse y en favor de espacios al aire libre y naturales. Un contraste que no es más que una mera consecuencia de todo cuanto ha alterado la pandemia.
No obstante, y antes de abordar algunos de los destinos de interés que prometen ser tendencia en adelante, es preciso recordar que viajar a ciertos lugares requiere de la solicitud de un visado. Razón por la que nunca está de más recomendar espacios como VisaTurismo donde poder solicitar dicho documento, indispensable para poder acceder al país en cuestión con total libertad. En este caso, mediante una visa en formato electrónico, lo que facilita muchísimo más su respectivo trámite. Y es que, ciertamente, existen lugares que, a pesar de cuán farragosa pueda parecer su previa, vale la pena visitar por el bien de nuestra felicidad.
Egipto: un clásico imperecedero
Sin lugar a dudas, la apasionante historia del Antiguo Egipto, más allá del auge del trabajo arqueológico a comienzos del siglo XX, sigue atrayendo tantos turistas como misterios guardan sus vetustas sombras. Un increíble lugar cumbre de las antiguas civilizaciones, donde el espacio para el sueño palidece ante la veracidad de su imperio aún hoy vivo.
Además, y lejos de la carga de atracción que rodea a las pirámides, las dunas de arena y los apabullantes templos, que siempre son una invitación más que bienvenida para pisar su tierra, el pulso de la cultura contemporánea egipcia tiene también su público. Un exótico recorrido por sus calles y puntos de interés cuya sola esencia preserva un eco eterno de su mayúsculo pasado.
Nueva Zelanda: un paraíso aún por descubrir
Si bien es cierto que Nueva Zelanda es siempre carne de turismo, no todos los viajeros han tenido el placer de visitar la tierra donde Peter Jackson concibió la atmósfera espacial de El Señor de los Anillos. Contando con unos paisajes paradisíacos únicos en el mundo, donde montaña y marina se dan la mano en una danza de belleza, Nueva Zelanda tiene también una interesante cultura.
Lejos de su escena paisajística, la cultura maorí es ya desde hace tiempo fruto de un misticismo que magnetiza. Una oportunidad para asistir a algunas de sus tradiciones y ritos que, sin duda, arrojarán más luz sobre el crisol de identidades que es nuestro variado mundo. Y –¿quién sabe?– puede que motivo de un interesante tatuaje para decir ka kite Äno (“nos vemos pronto” en maorí”) con menos pesadumbre.
La India: pura espiritualidad y color
Aunque resulte un tópico mencionar el espectáculo cromático que baña el latido callejero de sus calles, la India es un extraño universo donde la vida impera en cada uno de sus momentos. Desde los típicos ritos que llenan las sonrisas y el cielo de explosiones de color como el holi, hasta la templanza que sus espacios sagrados transmiten al alma que vive su emoción.
Como es evidente, emprender un viaje a uno de los países más superpoblados del mundo hace flaco favor a la premisa de evitar los contagios de la Covid-19. No obstante, la India dispone también de magníficos paisajes en sus regiones rurales, donde la austeridad de sus sociedades parece reverenciarse ante una impoluta naturaleza viva.
Kenia: cuando la fauna sobrecoge al turista
Posiblemente, el continente de África –desafortunadamente, uno de los más explotados del mundo– confiere uno de los recorridos turísticos de mayor contraste e interés. Además de la belleza de su territorio en sí mismo, que desde luego dista de la escena desértica que pinta la ficción, la fauna es su mayor baza.
Contando con sabanas donde leones, leopardos, elefantes y búfalos conviven en una suerte de relativa libertad, los safaris son la atracción más demandada por los turistas. No obstante, Kenia es también una joya cultural que espera a ser vivida. Motivo por el que se recomiendan las inmersiones étnicas como experiencia inolvidable.
Estados Unidos: ¿quién dijo que sólo hay edificios?
Quizás a causa de su explotación cinematográfica, tendemos a entender Estados Unidos como una fortaleza de hormigón y vidrio. Nada más lejos de la realidad, el territorio norteamericano, sobre todo hacia el norte, goza de un entorno natural de ensueño. Des del Gran Cañón de Colorado hasta los bosques más frondosos y laberínticos de Minnesota, Alaska y Arizona.
Dadas las características de su geografía, los EEUU pueden enorgullecerse de variados ecosistemas fruto de sus distintas latitudes, donde resulta sencillo un corto desplazamiento entre puntos pasando de visitar el desierto a un paraje glacial. Siempre con un entorno dotado de tales dimensiones que nos será relativamente sencillo desconectar del mundo y abrazar la pureza natural que alberga.
